El taoísmo proviene del chino,
este término suele ser interpretado como "vía" o "camino",
o de manera más abstracta como "sentido".
La esencia de la filosofía
taoísta se encuentra en el Dao De Jing (un libro que relata el pensamiento
Taoísta), donde se pretende llegar a alcanzar la inmortalidad entendiéndola
como longevidad plena a través de las tres virtudes fundamentales del taoísmo:
la paz, la tranquilidad y el silencio.
La dieta taoísta está vinculada a
la medicina tradicional chica, en encontrar el bienestar general del organismo
y la armonía interna del cuerpo así como fortalece el aparato digestivo,
excretor, circulatorio y respiratorio. Esta dieta relaciona los cinco sabores
básicos de la naturaleza: dulce (tierra), salado (agua), agrio (madera), amargo
(fuego) y el picante (metal).
La dieta taoísta sostiene que los
alimentos deben combinarse y consumirse de acuerdo a la estación del año y al
clima vigente para evitar sufrir problemas digestivos.
Los alimentos más adecuados según
la estación del año son:
Invierno: Alimentos
cálidos y tonificantes como las carnes rojas condimentadas con especias
picantes, cereales, legumbres, nueces, morrones y pimienta. Evitando los
alimentos fríos.
Primavera: Alimentos
tibios, livianos y fáciles de digerir, es decir, el consumo de vegetales verdes
y brotes, los sabores dulces pero evitando los ácidos.
Verano: Consumir
frutas, verduras y cereales. Alimentos fáciles de asimilar y poco dulces.
Otoño: Los alimentos
deben ser tibios, carnes y pescados y deben evitarse el café, los morrones y el
alcohol. Tampoco es bueno abusar de las frutas y las verduras crudas.